Quise compartirlo también con ustedes...
Piensan que el ataúd lo hizo acostarse,
pero él sigue de pie...
yo sigo sus pasos
cuando la rebeldía y la dignidad
hacen tartamudear los campanarios.
Alto, duro, de pie, Bolívar suda
y Bolívar respira en el trabajo.
¡Ah, cómo yo te amo, Patria mía,
América de sangre, cómo te amo!
Te amo así, de roble con el hueso
bolívar bajo el músculo del brazo,
con la mano bolívar escribiendo,
con el tacón bolívar caminando...
Alto, duro, de pie, Bolívar suda
y Bolívar madura en el trabajo.
Jorge Debravo