La luna perdió la primera batalla contra el sol cuando se difundió la noticia de que no era el viento quien embarazaba a las mujeres.
Foto de Andrea Cucconi.
Después, la historia trajo otras tristes novedades: la división del trabajo atribuyó casi todas las tareas a las hembras, para que los machos pudiéramos dedicarnos al exterminio mutuo; el derecho de propiedad y el derecho de herencia permitieron que ellas fueran dueñas de nada; la organización de la familia las metió en la jaula del padre, el marido y el hijo varón y se consolidó el Estado, que era como la familia pero más grande.
La luna compartió la caída de sus hijas.
Foto de ☼ giselaw's photostream.
Lejos quedaron los tiempos en que la luna de Egipto devoraba el sol al anochecer y al amanecer lo engendraba, la luna de Irlanda sometía al sol amenazándolo con la noche perpetua y los reyes de Grecia y Creta se disfrazaban de reinas, con tetas de trapo, y en las ceremonias sagradas enarbolaban la luna como estandarte.
En Yucatán, la luna y el sol habían vivido en matrimonio. Cuando se peleaban, había eclipse. Ella, la luna, era la señora de los mares y de los manantiales y la diosa de la tierra.
Con el paso de los tiempos, perdió sus poderes. Ahora sólo se ocupa de partos y enfermedades.
En las costas del Perú, la humillación tuvo fecha. Poco antes de la invasión española, en el año 1463, la luna del reino chimú, la que más mandaba, se rindió ante el ejército del sol de los incas.
Foto de down_the_rabbit_hole .
Texto tomado de Diosas y reinas, Eduardo Galeano, en Rebelión. En su próximo libro, Espejos: Una historia casi universal, que está en la calle desde mediados de abril, Eduardo Galeano elabora un inventario general de los hitos y mitos de la historia de los hombres, un repaso caprichoso desde los orígenes hasta hoy, sólo regido por la mirada lírica y lúcida del autor. Como anticipo, Radar primero, Rebelión después, y luego Sin pelos en la lengua, de donde lo tomo, ofrecen el capítulo dedicado a las mujeres de la antigüedad y la mitología, una suerte de fundación del machismo. Yo lo voy colocando acá de a pedacitos...
2 comentarios:
Bellisimo este post! A veces he pensado que una sociedad tan injusta con las mujeres solo podria responder a una sociedad injusta con casi todo lo demás.
Me gusta mucho tu blog, tengo que seguir leyendolo.
Saludos desde Costa Rica.
Si.. La justicia no se puede reducir a parcelitas, melissinha... Se está con ella, o contra ella... Se recoge, o se desparrama...
Tu blog, Silabario Melissianho, también es muy interesante... Estoy disfrutándolo...
Paz y Bien...
...¡y Justicia!
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