miércoles, 31 de diciembre de 2008

Griegas...



De un dolor de cabeza puede nacer una diosa. Atenea brotó de la dolida cabeza de su padre, Zeus, que se abrió para darle nacimiento. Ella fue parida sin madre.

Tiempo después, su voto resultó decisivo en el tribunal de los dioses, cuando el Olimpo tuvo que pronunciar una sentencia difícil. Para vengar a su papá, Electra y su hermano Orestes habían partido de un hachazo el pescuezo de su mamá.



Las Furias acusaban. Exigían que los asesinos fueran apedreados hasta la muerte, porque es sagrada la vida de una reina y quien mata a la madre no tiene perdón.

Apolo asumió la defensa. Sostuvo que los acusados eran hijos de madre indigna y que la maternidad no tenía la menor importancia.



Una madre, afirmó Apolo, no es más que el surco inerte donde el hombre echa su semilla. De los trece dioses del jurado, seis votaron por la condenación y seis por la absolución.

Atenea decidía el desempate. Ella votó contra la madre que no tuvo y dio vida eterna al poder macho en Atenas.


Texto tomado de Diosas y reinas, Eduardo Galeano, en Rebelión. En su libro, Espejos: Una historia casi universal, que está en la calle desde mediados de abril, Eduardo Galeano elabora un inventario general de los hitos y mitos de la historia de los hombres, un repaso caprichoso desde los orígenes hasta hoy, sólo regido por la mirada lírica y lúcida del autor. Como anticipo, Radar primero, Rebelión después, y luego Sin pelos en la lengua, de donde lo tomo, ofrecen el capítulo dedicado a las mujeres de la antigüedad y la mitología, una suerte de fundación del machismo. Coloco acá el último pedacito...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola estuvo buena la historia pero hay que saber contar bien y sin burlas..la muerte de alexandros no es para andar jugando....

Fanega dijo...

Mmmmm...

Ninguna intensión de burlarme, Atenas. El relato de Galeano es así. Y me pareció, en esta coyuntura, que la rebeldía juvenil griega, era una buena forma de ilustrar la dignidad de las mujeres griegas...

Disculpa si algo te molestó...

Paz y Bien...