sábado, 25 de octubre de 2008

¿Buenos tiempos?

Me encuentro en AtinaChile, un videito de Marcel Claude, de la serie Ironías Políticas para Llorar...

A parte de lo impecable del discurso crítico sobre nuestra crisis económica actual... (¿definitiva?)... el videito de Marcel me trajo de vuelta un par de canciones de Serrat... Buenos Tiempos... y Algo Personal... ésta, la escuché mucho en la adolescencia... La primera, más reciente, me llegó en un momento en que estaba especialmente sensible... Nuestra coyuntura financiera me las hace revivir en toda su actualidad e intensidad...


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Buenos tiempos.
Juan Manuel Serrat


Corren buenos tiempos,
buenos tiempos para la bandada
de los que se amoldan a todo
con tal que no les falte de nada.


Tiempos fabulosos,
fabulosos para sacar tajada
de desastres consentidos
y catástrofes provocadas.

Foto de Nueva Orleans por Tidewater Muse.

Tiempos como nunca
para la chapuza,
el crimen impune
y la caza de brujas.

Corren buenos tiempos,
buenos tiempos para equilibristas,
para prestidigitadores
y para sadomasoquistas.


Y silenciosa
la mayoría,
aguantando el chaparrón
al pie de un cañón
de papel maché,
come el pan nuestro
de cada día
con un culo así
contra la pared.
Llorando en el mar
viéndolas venir,
viéndolas pasar,
pasar,
pasar.



Corren buenos tiempos,
buenos tiempos para esos caballeros
locos por salvarnos la vida
a costa de cortarnos el cuello.


Tiempos fabulosos
fabulosos para plañideras,
charlatanes visionarios
y vírgenes milagreras.

Tiempos como nunca
para echarle morro
o sacar coraje
y pedir socorro.

Corren buenos tiempos,
buenos tiempos preferentemente
para los de toda la vida
para los mismos de siempre.

Para los mismos de siempre.
Siempre.
Siempre.









Siguiendo con la poesía, comparto también el videito de Algo Personal...


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Algo Personal
Sabina y Serrat


Probablemente en su pueblo se les recordará
como cachorros de buenas personas,
que hurtaban flores para regalar a su mamá
y daban de comer a las palomas.


Probablemente que todo eso debe ser verdad,
aunque es más turbio cómo y de qué manera
llegaron esos individuos a ser lo que son
ni a quién sirven cuando alzan las banderas.


Hombres de paja que usan la colonia y el honor
para ocultar oscuras intenciones:
tienen doble vida, son sicarios del mal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.

Rodeados de protocolo, comitiva y seguridad,
viajan de incógnito en autos blindados
a sembrar calumnias, a mentir con naturalidad,
a colgar en las escuelas su retrato.


Se gastan más de lo que tienen en coleccionar
espías, listas negras y arsenales;
resulta bochornoso verles fanfarronear
a ver quién es el que la tiene más grande.

Se arman hasta los dientes en el nombre de la paz,
juegan con cosas que no tienen repuesto
y la culpa es del otro si algo les sale mal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.

Y como quien en la cosa, nada tiene que perder.
Pulsan la alarma y rompen las promesas
y en nombre de quien no tienen el gusto de conocer
nos ponen la pistola en la cabeza.




Se agarran de los pelos, pero para no ensuciar
van a cagar a casa de otra gente
y experimentan nuevos métodos de masacrar,
sofisticados y a la vez convincentes.

No conocen ni a su padre cuando pierden el control,
ni recuerdan que en el mundo hay niños.
Nos niegan a todos el pan y la sal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.



Pero, eso sí, los sicarios no pierden ocasión
de declarar públicamente su empeño
en propiciar un diálogo de franca distensión
que les permita hallar un marco previo

que garantice unas premisas mínimas
que faciliten crear los resortes
que impulsen un punto de partida sólido y capaz
de este a oeste y de sur a norte,

donde establecer las bases de un tratado de amistad
que contribuya a poner los cimientos
de una plataforma donde edificar
un hermoso futuro de amor y paz.


Foto de Tildology.

Pero bueno... Suficiente poesía de introducción... No se pierdan estos diez minutos de discurso teórico comprensible, sobre la crisis financiera por parte de Marcel Claude...

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Claro que en los debates, siempre hay que escuchar los argumentos de ambos bandos. Escuchemos también la posición del propio George W. Bush...
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