Young Ethiopian Girls (Niñas etíopes)

Expresa Freire, que los oprimidos deben luchar como hombres que son y no como “objetos”. No pueden comparecer a la lucha como “cosas” para transformarse después en personas. Esta exigencia es radical, la lucha por su reconstrucción como personas, se inicia con su autorreconocimiento como personas destruidas por la opresión.
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La propaganda, el dirigismo, la manipulación, como armas de la dominación, no pueden ser instrumentos para esta reconstrucción.
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No existe otro camino sino el de la práctica de una pedagogía liberadora, en que el liderazgo revolucionario, en vez de sobreponerse a los oprimidos y continuar manteniéndolos en el estado de “cosas”, establece con ellos una relación permanentemente dialógica, que los reconozca y reconstruya como personas. (Pedagogía del oprimido).
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En el continente, soplan aires revolucionarios, ondean banderas libertarias, se escuchan cantos de protesta, consignas populares, gritos de lucha... Pero... ¿Estamos realmente avanzando hacia una liberación dialógica? ¿Cuáles son los espacios de diálogo que se están abriendo en los que podamos reconocernos como personas y sujetos de nuestra liberación? ¿Participamos en estos espacios?
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Foto de Niall Crotty.