Orar es dejarse cuestionar por el Espíritu de Dios. Muchas veces dejamos de rezar para no oír el llamado divino que exige nuestra conversión, o sea, el cambio de rumbo en la vida. Hablamos como militantes y vivimos como burgueses, acomodados, o en la fácil pósición de jueces de quien lucha.
Orar es permitir que Dios subvierta nuestra existencia, enseñándonos a amar como Jesús amaba, liberadoramentte.
Texto de Frei BETTO, Diez consejos para los militantes de izquierda.
1 comentario:
Muy lindo fragmento amigo, ojalá rece un poco más...
besos
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