Me encuentro en el blog de SEFCA, Servicios Ecuménicos de Formación Cristiana, una organización que ofrece espacios de educación popular en Centroamérica, el cortometraje De Sol a Sol, posteado por Alejandra.
Es un video de la Escuela de Cine y Televisión de la Universidad Veritas, producido por Jurgen Ureña, ganador del premio al mejor Cortometraje de ficción en la XIV Muestra de cine costarricense en 2005.
Este breve video, realizado en homenaje a las decenas de miles de nicaraguenses que se dedican al servicio de labores domésticas y de vigilancia a favor de costaricences pudientes, muestra la sencilla y común cotidianidad de una pareja que se cruzan brevemente y se alejan día a día, y que al llegar a sus casas “no duermen para soñar, sino para descansar de la vida”.
Al reseñarla la gente de estrecho dudoso se pregunta, ¿Cómo contar esta historia de amor sofocada bajo el peso de lo cotidiano? ¿Es posible transformarla en un texto que exprese a la vez el silencio y la separación, la ausencia y el tedio? ¿Cómo enfrentar un relato necesariamente reposado y contemplativo, desprovisto de los giros dramáticos convencionales? ¿Es posible un cortometraje conformado por trayectos similares, idas y venidas, aplazamientos y esperas? ¿Cómo expresar los interminables trabajos de Sísifo? ¿Es posible?
Yo me pregunto... Esta trabajadora, dulce y confiable pareja de bien, de las que el documental muestra que a pesar de la distancia con sus patrones, vive en condiciones de vida bastante superiores a las grandes mayorías de nuestros pueblos... ¿Cómo lograría integrar a su cotidianidad la educación de sus hijos, ante ese ritmo de vida? ¿Cómo evitaría que al llegar a la adolescencia fuesen consumidores de droga o delincuentes?
Jurgen termina su cortometraje, agradeciendo el trabajo de estos obreros nicaraguenses... ¿No cabría más bien hacer un llamado a la solidaridad por transformar radicalmente la injusta distribución de las riquezas?
Es un video de la Escuela de Cine y Televisión de la Universidad Veritas, producido por Jurgen Ureña, ganador del premio al mejor Cortometraje de ficción en la XIV Muestra de cine costarricense en 2005.
Este breve video, realizado en homenaje a las decenas de miles de nicaraguenses que se dedican al servicio de labores domésticas y de vigilancia a favor de costaricences pudientes, muestra la sencilla y común cotidianidad de una pareja que se cruzan brevemente y se alejan día a día, y que al llegar a sus casas “no duermen para soñar, sino para descansar de la vida”.
Al reseñarla la gente de estrecho dudoso se pregunta, ¿Cómo contar esta historia de amor sofocada bajo el peso de lo cotidiano? ¿Es posible transformarla en un texto que exprese a la vez el silencio y la separación, la ausencia y el tedio? ¿Cómo enfrentar un relato necesariamente reposado y contemplativo, desprovisto de los giros dramáticos convencionales? ¿Es posible un cortometraje conformado por trayectos similares, idas y venidas, aplazamientos y esperas? ¿Cómo expresar los interminables trabajos de Sísifo? ¿Es posible?
Yo me pregunto... Esta trabajadora, dulce y confiable pareja de bien, de las que el documental muestra que a pesar de la distancia con sus patrones, vive en condiciones de vida bastante superiores a las grandes mayorías de nuestros pueblos... ¿Cómo lograría integrar a su cotidianidad la educación de sus hijos, ante ese ritmo de vida? ¿Cómo evitaría que al llegar a la adolescencia fuesen consumidores de droga o delincuentes?
Jurgen termina su cortometraje, agradeciendo el trabajo de estos obreros nicaraguenses... ¿No cabría más bien hacer un llamado a la solidaridad por transformar radicalmente la injusta distribución de las riquezas?
Parte 1--->
<--- Parte 2--->
<--- Jurgen Ureña también ganó el premio al mejor Cortometraje de Ficción en la XIII Muestra de cine costarricense de 2004, con Costa Rica es Pura Vida.
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