sábado, 9 de febrero de 2008

Defienda siempre al oprimido, aunque aparentemente no tenga razón.


Son tantos los sufrimientos de los pobres del mundo que no se puede esperar de ellos actitudes que tampoco siempre aparecen en la vida de quienes tuvieron una educación refinada.


En todos los sectores de la sociedad hay gente corrompida y bandidos. La diferencia es que, en la élite, la corrupción se hace con la protección de la ley y los bandidos son defendidos mediante mecanismos económicos sofisticados, que permiten que un especulador lleve una nación entera a la ruina.


La vida es el don mayor de Dios. La existencia de la pobreza clama al cielo. No espere jamás ser comprendido por quien favorece la opresión de los pobres.


Texto de Frei BETTO, Diez consejos para los militantes de izquierda.

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