La foto sirve para ilustrar este artículo de Max Urtizberea, que comparten con nosotros la gente de Sin pelos en la lengua... No al TLC:
“Hay momentos en que, sea cual fuere la actividad del cuerpo, el alma está de rodillas”. Víctor Hugo
¿No puede alimentar a sus hijos? Trabaje.
¿No consigue trabajo, o está imposibilitado para trabajar, o no puede trabajar porque tiene niños a su cargo? Venda su casa.
¿No tiene casa propia? Venda su coche.
¿No tiene coche? Pida plata prestada a un banco.
¿Ningún banco le da plata porque usted es pobre? Pida plata a su familia.
¿Su familia es tan pobre como usted? No proteste, no se subleve, no ponga en tela de juicio el sistema que nos rige, arréglese.
Usted tiene un cuerpo.
Alquile su vientre.
¿Se da cuenta de que el mundo no es tan malo, que siempre da posibilidades?
Y no se agotan en su vientre las posibilidades.
Entre en algún sitio de Internet donde pueda ofrecer sus córneas, un pulmón, un riñón, el hígado.
No se estremezca si encuentra allí que un empleado que vive en La Rioja puso en venta sus órganos para afrontar los gastos que demanda el tratamiento de cáncer que padece su esposa, con la que tiene dos hijos chiquitos; o que una chica peruana de dieciséis años ofrece su riñón por setenta mil dólares, porque su familia se está muriendo de hambre, o que varias personas ofrecen subastar todos sus órganos menos el corazón.
Usted también tiene un cuerpo.
Piense que tener un cuerpo es como tener una empresa.
Alquílelo o véndalo por partes.
Empéñelo.
Subástelo.
Todo indicaría que es el negocio del futuro.
El mundo, amablemente, desinteresadamente, les está dejando servido a los pobres este flamante negocio.
De seguir así, habrá mucha gente a la que pronto no le quedará otra cosa que dedicarse a estas operaciones bursátiles de alquiler de sus vientres y venta de sus órganos.
No se puede quejar, no critique al sistema ni a sus dirigentes por la vida que le ha tocado en suerte, usted tiene en su propio cuerpo su salida laboral, puede sacarle provecho.
Arréglese.
¿Usted no tiene nada, nunca tuvo nada, tuvo un poco y ya no lo tiene, pertenece a una clase a la que siglo tras siglo la han despojado de todo?
Despójese ahora de su cuerpo.
Parte por parte.
O, de lo contrario, corte por lo sano: ofrézcase para inmolarse de cuerpo entero por alguna buena causa internacional o nacional en la que se le pague por eso.
Usted tiene un cuerpo y hágalo valer: póngale un valor.
Así va a poder alimentar a sus hijos si no consigue trabajo, o está imposibilitado para trabajar, o no puede trabajar porque tiene niños a su cargo, y no tiene casa para vender, ni coche, ni banco ni familia que le preste plata.
Usted tiene un cuerpo.
Vientre, córnea, riñón, pulmón, hígado.
Arréglese.
Y ya no moleste con sus reclamos.
No sea desalmado.
Tenga corazón.
(La Nación – Buenos Aires)
Aunque en este video de Mercedes Sosa y Víctor Heredia, nos muestran cantando con Fito Páez, que hay muchas maneras de ofrecer el corazón...
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Tanta sangre que se llevo el río
Yo vengo a ofrecer mi corazón
No será tan fácil ya sé qué pasa
No será tan útil como pensaba
Como abrir el pecho, y sacar el alma
Una cuchillada de amor
Luna de los pobres siempre abierta
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Como un documento inalterable
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Y uniré las puntas de un mismo lazo
Y me iré tranquilo, me iré despacio
Y te daré todo, y me darás algo
Algo que me alivie un poco más
Cuando no haya nadie cerca o lejos
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Cuando los satélites no alcancen
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Y hablo de países y de esperanzas
Y hablo por la vida, hablo por la nada
Y hablo de cambiar esta nuestra casa
De cambiarla por cambiar nomás
Quién dijo que todo está perdido
Yo vengo a ofrecer mi corazón
2 comentarios:
El texto es fuertísimo, la imagen sin palabras y el tema de Fito bellísimo... uno de mis preferidos porque el Fito de esa época es el que me gusta...
es ese el "corazón" que necesitamos ofrecer...
besos
voy a tener que hacer un blog para felicitarte por tus publicaciones
otro bravo por esta ultima muy buena, cruda realidad que pocas sabran que se da...
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