La persona humana es una parábola de Dios. Si es comunión, trascendencia, apertura a los demás, es porque reproduce, a nivel de criatura, la misma manera de ser de Dios. (
Leonardo Boff, Encarnación. La humanidad y jovialidad de nuestro Dios).
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(
Foto de
Gobou. Niña
guineana del grupo étnico
Gbressay, sosteniendo en sus manos una imagen africana de la Virgen María. El pueblo
Gbressay, de los bosques de Guinea, son católicos y
animistas al mismo tiempo, y les gusta sostener en sus manos los objetos religiosos.)
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